Entradas

Pasado

 Acabo de entrar a mi blog luego de años, o al menos varios meses; y tengo escritos sin publicar, cada cosa catártica que pasa por mi mente cuando llevo mucho tiempo callando algo y no voy a consulta. Quisiera contar a detalle lo que me ocurre, pero la verdad estos años han pasado tan rápido que no sabría por donde empezar. Muchas cosas han cambiado en mi. Andamos en cuarentena gracias al Covid-19, y lo único que puedo agradecer a esta situación, es tener el tiempo que no me di hasta hoy, poder descansar de mis "obligaciones sociales". No tengo que cumplir con nada a excepción de mi trabajo. No tengo a nadie a quien cumplirle ni rendirle respuestas y por primera vez en buen tiempo, mis días no están atados a otra persona, a excepción como dije, de mi trabajo. Claramente estar en una relación no se trata de obligaciones, si estás en una relación lo haces por amor, pero hay un juego muy fino y destructivo que he venido jugando muchos años. NO vivir mi vida. Estoy a días de mi c

Vacío

Imagen
Le comento a una compañera que me ando antojando o dulces o algo crujiente y salado, me contesta "Ah que rico!" y le respondo "No es tan rico cuando el saldo de la cuenta bancaria que eran 4 dígitos está en 3 pasando a 2 dígitos de solo comprar comida..." y es que, cuando tengo dinero se me anda antojando de todo; comida, viajes, ropa y todo lo que se me ocurra. Y pienso... será que hay tanto​ espacio por llenar en mi vida? He trabajado desde que tengo 18 años, me pagué casi toda la universidad, título, especialidades, viajes y todos los gustos para mí y otros. Y desde que recuerdo, mi sueldo era como el reloj de arena que giraba al vaciarse cada fin de mes para volver a su desaparición progresiva. Ahorrar no ha sido un gran talento mío y 3 tarjetas de crédito con lineas sobrepasadas lo pueden comprobar. Sí, ¿en qué gasto tanto? Honestamente la comida, antojitos y gustitos fueron variados, bien gozados algunos; otros, bastante desabridos, pero no por comer en

El coleccionista de abrazos solares

Imagen
H abía una vez, un pequeño niño de mirada perdida, y que con brillantes ojos, por toda la casa exploraba. Sus padres lo amaban mucho, y por ese gran amor, querían darle todo lo mejor, y apostando por su trabajo, mucho tiempo solo lo dejaron. El niño creció con esbozos de cariño, ninguna culpa de los padres y la firme decisión de hacer de él un hombre de bien. Así, el niño conoció de soledad, atemorizado del mundo, sin saber qué había al cruzar la puerta, sintiéndose diferente por las miradas de los niños del colegio, sin entender por qué se sentía así de sólo. Culpable de todo. Merecedor de nada. Apagando sus sueños. Se pasaba horas mirando al vacío de su habitación, contemplando la nada, escuchando el silencio, sintiendo el frío del piso sobre el cual su cuerpo desnudo desmenuzaba los misterios del universo que le tocó vivir, entre sombras, con frío. Los años pasaron y el niño se hacía hombre, y aunque tenía mucha gente a su lado, la soledad habitaba en su corazón. Sin ilusión, sob

Sorpresa

Hoy entrevisté algunos estudiantes para conversar sobre cómo se encuentran en la actualidad, parte de mi función de tutor de asegurarme de que anden enfocados al 100% en su desarrollo personal. Un alumno interesado en hacer esta sesión individual ingresa a mi oficina y empieza por decir "En esto siempre me preguntan cómo estoy, pero en lo académico yo estoy bien, la verdad ese no es el problema". Para mi sorpresa, necesitaba conversar sobre una relación que terminó hace poco y le costaba afrontar porque reconocía que sus celos han sido su talón de Aquiles, y que aún sin estar, siente que su ex enamorada (quién también es mi alumna) hace cosas para incomodarlo y "no respeta el espacio que hubo de relación", que ella sabe las cosas que lo molestan e incluso tratando de ignorarla, él no puede con lo que ella hace. Conversando fue inevitable hallarme conversando con quien alguna vez fue un ex enamorado mío, fue sorprendente e irónico, en un microsegundo no supe qué d

La noche y él

Eran las 10 p.m. cuando volví a pasar por un lugar y un rostro se asomó a mis recuerdos como girando a verme con una sutil sonrisa. Era él, un ángel de amor que como un fugitivo me llevaba a un lugar desconocido mientras yo sentía un sabor agridulce en mis labios. Era yo sintiendo que lo amaba, y era yo otra vez sintiendo que él no a mi. Era ese lugar cálido pero oscuro, un recuerdo de una promesa incumplida. Era él aquel que vino a mi con esos labios rosa y mirada dulce, pero con un inocente y letal miedo. Era yo, flotando de amor pero con miedo también a caer y despertar. Era ese lugar un hotel, donde fue la última vez donde nos pertenecimos sin pertenecernos. Era él, para mí el hombre anhelado y perfecto, la promesa. Era yo, sólo un chico con un gran corazón en la mano dispuesto a entregarlo y quedarme sin él. Pero más importante, soy yo, hoy, un hombre, con permiso de recordar, sentir, volver a habitar ese momento y no quedarme a vivir en él. Gracias

Memorias de un desmemoriado

Dicen que la memoria y la atención son selectivas, es decir, que no te enfocas o recuerdas algo que sencillamente no te interesa. En mi caso, es mas complejo que esto. Tengo 22 años, y como muchos de mi edad, estudio y trabajo. En los últimos meses confirmo que tengo temas en ambos procesos. No recuerdo muchas cosas que veo o escucho, o incluso, estoy desconectado de la realidad, puedo estar escuchándote pero, no conecto con tu relato, a veces sí, otras veces, no. ¿Caótico cierto? Nunca se sabe conmigo. A veces siento miedo de llegar a los 40's y tener alzheimer, no recordar nada, nadie, ni mi nombre, olvidar desde lo bueno y lo malo, que frustrante! Es raro, me gusta alguien actualmente, y por mas que le pongo mis 5 sentidos casi involuntariamente, luego no recuerdo algunas cosas que me cuenta, con esto descarto el interés como fuente de atención o memoria. Mírame profundamente y te percatarás cuando estoy en el modo zombie, pero bueno.. eso solo si te interesa estudiarme

Cambios

Hace años no tenía alguien que me guíe en los muchos temas nuevos que aparecían de repente ante mis ojos (y hasta ahora no tengo), en ese sentido, no era tan privilegiado de conocer personas que con honestidad me contaran lo bueno y lo malo de las cosas, así que aprendía de cuanto veía o vivenciaba. Una de las primeras experiencias en cuanto a sexualidad fue a través de redes sociales. Vamos, el primer contacto de un adolescente con un mundo Tabú es frenéticamente emocionante. Novedosos temas de conversación, gente tratando de hacer ligues rápidos, personas que dejaban ver sus sentimientos en posteos muy bonitos, pero que no llegaban a mayor trascendencia porque el común denominador solo buscaba un tema, SEXO. A esa edad, me fue muy envolvente y hasta un tanto adictivo; todo era nuevo para mí, entraba con frecuencia aunque nunca tuve la determinación para coordinar y asistir a un encuentro de ese tipo. Por mucho tiempo me atrajo mucho ese mundo web, esa facilidad y rapidez para ac